sábado, diciembre 11, 2004

Personales...

"En medio de una tormenta, los rayos atemorizan, los relámpagos alertan, el tronar quiebra el silencio del miedo. Y las nubes se cierran sobre mi, negras como la noche, oscurecen mis días... y la lluvia cae, fría, sobre mi rostro y corren las gotas junto a mis lágrimas, no hay lluvia que lave mi dolor en esta tierra, ni agua que hidrate mis suelos, secos de crecimiento y libertad. Como en las selvas mi tierra quiere brotar e inundar el cielo de colores, y el aire de aromas. Las gotas corren por mi rostro, mi ropa se humedece, mis pies se embarran. El poder del trueno se expresa rugiendo, la furia de los cielos me grita y mi garganta reseca grita a la par, ahuyentando los fantasmas de la soledad y el desgaste, animando a la tormenta a mostrarme todo su poder. Y siento la lluvia con mayor fuerza caer, los relámpagos con mayor claridad iluminar los caminos, los truenos mas omnipotentes rugir sobre mi, vanagloriandose de su poder, haciéndome pequeña frente al mundo entero, frente a esa fuerza, misteriosa y divina, que me hace revivir. Estiro mis brazos, queriendo tocar el cielo ennegrecido. La lluvia se debilita. Caen lentas y pequeñas las gotas, el viento sopla, un silencio ancestral me domina. Cierro los ojos. Quiero sentir. La lluvia cesa y el silencio me turba. No estoy sola, lo siento. Una caricia cálida, lejana me despierta de este milagro. Abro los ojos y veo el sol ponerse en el horizonte, las nubes se escurren entre las sombras del atardecer. Los pájaros pían y todo vuelve a la normalidad. Ya no queda mas rastro de la devastadora tormenta que alguna vez pasó por aquí. Ni de la inmensidad de su fuerza. Lavan la tierra, limpian, purifican... y me traen de vuelta a la vida. Miles de almas se reúnen con la mía, en un remolino de sensaciones, y asienten: la naturaleza le ganó al hombre. Una vez mas"

Ayelen
22-7-2004

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