lunes, mayo 10, 2010

disecciones I

Ya no soporto esta boca seca
las manos rotas
llenas de palabras que no digo,
como si las desconociera.

Es como si jamás hubiera amado,
como si jamás hubiera deseado algo o alguien,
como si no hubiera aprendido del dolor,
como si mirara al futuro y no viera nada.

ya no soporto estas manos inútiles
preferiría cortarlas y revolearlas al aire
antes que dejar que se sigan pudriendo vivas,
disecando vivas.

Ya no resisto esta lengua entumecida
que se une a mis raíces entumecidas
y me atan a la tierra boca abajo.

Grito a las palabras que aborté:
¡despierten! ¡vivan!
Ellas me miran atónitas, sin saber cómo hacer.

Qué madre imbécil les tocó en suerte.

3 comentarios:

  1. Seguro que te había comentado en su momento.
    Pero,como buen despistado que soy, algo se me debe de haber pasado y se perdió el comentario.
    La idea que tu poema me suscitaba era que tus palabras están vivas y despiertas, a juzgar como me llegan dentro.
    Orgullosas de la madre que les cupo en suerte.

    Besos.

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  2. Gracias por verlo así, ybris.
    Intento con todas mis fuerzas que no se maten entre ellas de tanto repetirse las mismas palabras una y otra vez jaja :(

    Por cierto, vi tu comentario en un post más viejo, no sé si es a ese comentario que te referís o a un comentario en este post y que se borró. Quizás me hablabas de aquel, que leí y respondí también. :)

    Un beso grande!

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  3. A mi me pasa igual, por lo que lo que tengo para decirte prefiero no decírtelo para que luego no pase a no gustarme. Igual todavía puedo verlo como algo que confío en que sea transitorio y ahora que lo veo dicho, paradójicamente me siento mejor, jajaja, cosa que creo te habrá pasado con tus preciosas letras de mala madre como yo, jejej

    besos

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Quienes dejan brotar las palabras...