Recuerdos de un cuento

19/11/2004

Un sinfín de paisajes se diversificaban en un espejo inexistente. Los paisajes de una larga vida se sucedían velozmente. Imágenes de una niñez dulce, poblada de inocentes juegos; un hogar, unos padres, enseñanzas y antiguas costumbres; vivencias de una cruel guerra y una penosa miseria; sencillez de un amor sincero, y un vientre lleno de ilusiones; recuerdos de un viaje extenso, al igual que la vasta distancia que recorrieron tan solo para sobrevivir...; una promesa segura, un destino incierto; tantas penas y alegrías, tantas miradas compasivas comunicando la tristeza... y tantas otras aniñadas sonrisas alentando a seguir. La pasión y el arrebato de los jóvenes años, la madurez y sensatez de los años adultos, se acumularon todas en tan solo segundos. La sabiduría de los tiempos vividos, dispuestas a enseñar al futuro, detalles cuidadosos asegurando los pasos, aconsejando. Nuevas ilusiones en esos pequeños corazones, mejillas coloradas, ojitos asombrados escuchan atentamente los cuentos que años mas tarde repetirán. Sentimientos profundos y manos amigas acompañaron muchas veces el largo sendero. El nublado verde de sus ojos demuestra muchos años vividos, una larga historia, un pasado repleto...representados en aquel espejo inexistente. Los ojos de mi abuela se cerraron y toda su historia se esfumó al recuerdo, a la memoria. Al abrirse nuevamente, veo una sonrisa en su rostro, una complicidad misteriosa, una energía renovada. Tantas vivencias y aun con ganas de mas...; la veo verdaderamente viva, en esa chispeante sonrisa que se encuentra con la mía. Su mano se apoya en mi vientre y ambas vivimos una nueva ilusión. La abuela me cuenta un cuento, uno que yo ya escuché, para que lo repita luego, cuando ella ya no esté. Y todavía repito... ¡Cuanta alegría!

este es el post de las miradas... al que me referí en el blog Que lo lea quien lo lea(www.queloleaquienlolea.blogspot.com).