Por no parir sueños muertos, es que aborto ilusiones antes de que nazcan. Por no animarme a ver que detrás del sueño no se esconde nada,
dejo que gotas del fermento humano me mareen de melancolía por la tristeza infinita de no encontrar quién soy.
Y no me juego a creer que tengo alas porque tan solo pensarlas me hace volar.
Y no me juego a creer que puedo por todas las veces en que ni me despegué del suelo.
No quiero tener más miedo a quien soy.
Esas olas grises que mojaron mi arena, están lejos de la orilla.
Puedo soñar que tengo alas y no caeré + Puedo caer y sentir que floto + Puedo sentir el golpe como un rebote de lo que elijo ser a diario, y que esto no me importe = Y entonces por esto jamás tener miedo =
Puedo soñar sin tener miedo a sentir el dolor =
Puedo soñar sin dolor.
Mis ilusiones no morirán.
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