jueves, noviembre 10, 2005

La razón...

"¿Donde voy?, ¿Dónde estoy?
¿Quién soy yo? ¿Qué hora es?¿Dónde estaré?"

Interrogantes repetidos una y otra vez. Intermitente es tu voz empañada en seriedad.
Intenta no doler, intenta aclarar. Pero se nubla más y más.
Jamás podré dejar de escribir, y como una necesidad de mi cuerpo,
necesito otros ojos sobre estas letras.
Quizás por eso me sea tan importante, quizás por eso me duela saber que ya no.
Es, probablemente, lo que más me cueste explicar; ¿porqué hago todo esto?
No lo sé; lo siento: lo hago, está al alcance de mi mano.
En mis raíces de árbol fuerte pero nuevo se encuentra esa razón.
Mis ramas no retrocederán a ellas y probablemente tus raíces jamás toquen las mías.
El incógnito de sentir, de mostrar. No es alardear.
Quizás nunca entiendas porqué los humanos necesitamos la aprobación.
Quizás nunca aprendas mi forma de mirar.
Pero "aunque ya no brille el sol, sos alma de diamante"

Y quizás en lo más recóndito de mí, una voz mágica haga surgir lo mejor de los dos, haga que escribir no sea tan crudo, que soñar no sea efímero.
Intento recuperar las voces desde adentro.
Jamás las escuchaste, y si no me lees, jamás las escucharás.
No es decisión, es impedimento.
*la frustración me abate una vez más*

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