jueves, julio 13, 2006

The Bernard’s mistery

Estaba horriblemente oscura esa mañana nublada, y el colectivo andaba casi a los saltos. Yo intentaba leer ese libro extraño, de nombre también extraño: “La misteriosa capa de Bernard (The Bernard’s cape mistery)”; pero las letras saltaban y saltaban, no se quedaban quietas en el papel, aprovechando que con tanto movimiento, si bailaban quizás nadie lo notaría. Y las Jotas y las Be y los Puntos se me escapaban de la vista. Era increíble ver las letras todas escritas en ese papel impreso. Jamás había imaginado tanta belleza en ellas.

Yo estaba muy compenetrada en cómo Bernard vagabundeaba en las calles de una ciudad sin nombre, cómo se pasaban con velocidad las páginas de ese cuento corto de un autor anónimo, de un autor Jota. Se ve que en tanto movimiento del colectivo debí haber salido volando por una de las ventanas, y aterricé sin golpe en alguna calle desconocida. Miré a mi alrededor poco asombrada, parecía una calle céntrica llena de gente, pero se diría que nadie notaba mi presencia. Intenté fingir que no pasaba nada, seguí leyendo mi libro, y mientras tanto caminaba. Al parecer podía hacer muy bien las dos cosas, porque todo alrededor fluía pacíficamente, entre colectivos que saltaban y niños en guardapolvos blancos que corrían cegados por la emoción.

Bernard caminaba a mi lado, me miraba atento, y se movía a la par mío, sin chocarse con nada ni nadie, enfundado en su bufanda escocesa. Yo casi ni le prestaba atención, al principio creí que era un desconocido pero cuando quise preguntarle quién era, salió corriendo de mi vista. Yo sabía que era Bernard, estaba segura, quizás se había caído del libro con tantos saltos; lo sabía porque su presencia era fuerte y la bufanda escocesa flameaba radiante a esa hora del mediodía aunque no hubiera sol. Definitivamente era él, que nunca se animaba a mostrarse si no deseaba hacerlo. Decidí que era hora de guardar el libro en la mochila, cuando volviera a casa podría seguir leyéndolo sin Bernards que se entrometieran.


10 comentarios:

  1. Qué raro vos contando cosas así, jeje
    Te dije que tus relatos me hacen flashear??
    Están muy buenos...
    Y es así...a veces se entrometen..
    Es tan real leer.
    Es tan apasionante
    Que de vez en cuadno nos perdemos en el cuento y cuando nos damos cuenta están los personajes al lado nuestro charlando un rato..


    Nos vemos Aye...
    Suerte!

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  2. Hay algunos personajes a los cuales tenés que retar para que vuelvan al libro. ¡brasevisto!!! Se nos hacen los rebeldes justo a nosotras pero seguro que con un facho se quedan en el molde... ¡bah! lo seguro es que un facho no lea... buajjjjjjaajaja

    Besos y rebeldías.

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  3. Santi:
    te parece??? raro de mí?? =P
    sí me dijiste que mis relatos te hacen flashear y que lo repitas me alimenta el orgullo, no vayas a hacer que me lo crea =P

    Me quedo pensando en que decís "es tan real leer" y me pregunto, ¿real en qué sentido? porque definitivamente seguimos en el sillón o donde fuere que estemos leyendo; es real porque nos metemos en la historia, es real porque vivimos como uno más en ella, y lo más real es que recordamos las imágenes como si las hubieramos vivido, parte de nuestros recuerdos...

    Nos vemos!

    Duda:
    Jajajaaa es cierto, con nosotras se hacen los rebeldes y se van por cualquier lado sin nuestro permiso porque con los fachos ni siquiera tienen ocasión de pasearse =P

    jaja
    más rebeldes personajes!

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  4. por suepuesto que tienes mi permiso
    adelante
    mi post es tuyo
    gracias

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  5. No es extraño convivir con los personajes de las historias que estamos leyendo para los que ingresamos en un libro como lo hacemos a nuestra propia casa...

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  6. Muy bueno, me encantó, nos sucede a todos los que leemos con asiduidad, no nos alcanza con nuestra realidad, que hasta compramos la de la ficción ...ficción ?? mmmm Beso me vas a tener seguido

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  7. Ficción y realidad...Tentador aspecto que nos hace acercar mirando de reojo. Quisiera que algunos personajes de los libros que leo estén al lado mío. O los personajes cobran vida, o yo me meto en la historia, je...Saludos.

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  8. JAG:
    Gracias a vos!
    Ahi acabo de publicarlo
    besos!

    Sole:
    No nos resulta extraño si consideramos a los libros como nuestras casas
    =)

    Juan de la Cruz: Bienvenido a mi blog!
    Jamás nos alcanza la realidad, es demasiado escasa, demasiado gris, demasiado corta. Si poemos vivir también las de los libros, podremos vivir entonces cuantas vidas queramos vivir.
    Besos!

    Adriano:
    Si los personajes no van al lector, el lector va a los personajes, así será. =)
    jaja
    Saludos!

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