domingo, septiembre 30, 2007

Tristeza
Impregnando el aire, las nubes, las calles
Todas las casas tras sus hierros bañadas de tristeza,
Todo el viento golpeando con tristeza;
su murmullo herido sonando en las orejas,
Revolucionando las esquinas de mi pelo.

Tristeza,
En la nostalgia de sensaciones vividas sin lugar en la memoria
En la esencia dormida que se nos escapa
En este balbuceo solitario que solo yo escucho
Respondiendo mis pensamientos, mis afirmaciones huecas.

Ya no puedo con ella.

5 comentarios:

  1. Si lo que buscas es inducir sensaciones con este texto, conmigo lo has conseguido. La música de fondo excelente. Un blog, y no lo digo por decir, muy unteresante. Un saludo desde españa, Madrid.

    ResponderBorrar
  2. Reside como paradójico en el arte la capacidad de vincular sentimientos tan profundos y alejados de la satisfacción personal con una estética asociada a lo bello.

    La tristeza, el desamor, la frustración, la muerte, la soledad, son ideas que uno no quisiera jamás vivir en el caso de poder elegir siempre su destino; pero que sin embargo, al momento de que nos suceden, inspiran hermosas creaciones, muy susceptibles de ser aprehendidas.

    La tristeza que baña a la ciudad, el escenario vacío de sonrisas...Un mundo que sucede, y que a la larga se convertirá en bendita nostalgia, ésa que constituye la felicidad de estar triste.

    Un beso grande.

    ResponderBorrar
  3. Adriano lo ha explicado de una forma perfecta (nuevamente me descubro, Adriano). Él lo ha explicado, y tú lo has desvelado de una manera preciosa, Aye, insuperable, personal y auténtica. Llega al alma porque es justo desde ese sitio desde donde describes esa Tristeza.

    El piano llora lentamente como si el pulso de cada tecla fuera el mismísimo latido de la tristeza, esa que todo lo llena, que todo lo ocupa, que de tanto que lleva parece dejar de los pensamientos y afirmaciones sólo oquedades, aunque el poema demuestre precisamente lo contrario.

    Me imagino la expresión tenue del rostro que recita esas palabras en la mente, y me imagino, porque sé cómo es en mí, la sonrisa leve que firmaría con la mirada el final de ese poema.

    Termino diciéndote sólo dos cosas: que el poema es una maravilla que llega al alma y que lo guardo, y... que sí que puedes. Por supuesto que sí.

    Un beso grande también.

    ResponderBorrar
  4. Me tomo el atrevimiento de poner un enlace en mi blog. Saludos

    ResponderBorrar
  5. Ya te queda poco para el verano, que con su luz y calor te abrazara para protegerte de la tristeza.

    * En 20 horas concierto de Quique G. en mi ciudad :)

    ResponderBorrar

Quienes dejan brotar las palabras...