jueves, enero 10, 2008

Invención

“Creo que soy porque te invento
(…)
Y tú en esa vigilia alientas
La sombra con la que me alumbras
Y el murmurar con que me inventas”

Doble invención, Julio Cortázar


Dibujos, garabatos, bocetos inconclusos de unos ojos nunca vistos. Música olvidada en un rincón del placard, palabras en todas las hojas que desparramó por el suelo. ¿Dónde encontrar ese nombre sino en la calles, en los libros, en los mapas, en las canciones, en las iglesias y en los colegios, en parques de invierno y en desiertos de verano? ¿Dónde sino en el silencio de la noche y en el trajín del mediodía? Su nombre clavado como una cruz en el tiempo y el espacio intocables.
Y mientras toma un café helado por la tormenta de anoche piensa en todos los amaneceres compartidos a la distancia, y todos los que podría inventar para su mirada. Piensa en que perdió tanto tiempo hablando de paraísos artificiales, de mentiras piadosas, de genialidades y vergüenzas ajenas; y para qué tanto tiempo si se escapan los años y él aprende a estar solo, a olvidar los rostros y los nombres sin esfuerzo alguno.
Sin embargo es temprano y no logra conciliar el sueño, como contagiado por un pensamiento compartido, por el simple recuerdo de su pelo dando la vuelta para saludar y decir hola o adiós, si al fin y al cabo son lo mismo; los segundos no corren y nos hemos reconocido; el tiempo es el mismo siempre. Pero él tiene la voz cambiada, atesorada por las ausencias y ya vacía de miedo. El café a medias en la taza y su mirada clavada en un hueco gris alba de la ventana. ¿Cuántos días y años, cuántos veranos más?
El tren al sur ya no significa nada si ella no está más en ese camino: una maquinaria vacía y ruidosa que sólo trae recuerdos y no la posibilidad latente de escaparse un día a sus calles y sus cielos.
Otra madrugada más es consciente de que la inventa y, fascinado con ella, no piensa dejar de soñarla. Mientras, por el mosquitero de la ventana entreabierta se filtra el olor de la lluvia inminente, alertando a la tierra y a las hojas. El apoya su taza vacía en la mesada y luego se traga, junto con el último sorbo, el frío y la ausencia.

10 comentarios:

  1. ¡Muy buen texto! Realmente me pareció soberbio. Me impregné de su hálito de nostalgia.

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  2. Añorar es una invención. El deseo no es realidad, es aspiración, es vínculo con la ilusión de que algo que no está siendo logre ser.

    Los lugares vacíos habitan en las personas, las dejan sin aliento, haciendo incluso que se olviden de vivir. El querer obstinadamente algo es olvidarse de querer lo que se tiene ahora. Muchas veces sucede ello y la ceguera no se apiada de nosotros.

    Hasta que el duelo surge. Tiene su tiempo, su instante, su momento. Y el frío ausente es el último sorbo a partir de la cual comenzaremos una nueva historia después de una que no ha ocurrido nunca, sino tan sólo en nuestra imaginación.

    Desde la lluvia de mis tardes, viajen unos cálidos saludos.

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  3. Hey!!!! Siempre inspirandome y encima ahora me das la noticia de que cumplimos años el mismo dia!!!! Solo que soy dos años mayor. Espero que festejes re bien y te diviertas muchisimo. Un beso enorme a la pequeña capricorniana.

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  4. Y es entonces que cierro mis ojos.
    Hago al mundo invisible, pero visible por detrás de mis ojos.
    Y voy dibujando a cada árbol, con cautela, al sosiego ritmo, a lento viento, respiro, cautela y suspiro.
    Y remarco las manzanas caídas, que piensan a su vez en qué forma chocar sus bocas con el césped, experimentar caídas, y fortalecer sus manos con el talismánico esfuerzo natural.
    Y pinto un pájaro sobre el sol que cubre los cuerpos arbóreos.
    Y me siento sobre el borde de una montaña Zen.
    Y canto.
    Y bailo alrededor del sol con los pies en punta, preparada para lanzarme a un oasis, pero cubierto de flores, de agua sin espejismos mentirosos.
    Y cubro mi cuerpo al compás de alas.
    Y con esas alas desafío al viento.
    Y el viento es una escoba que barre y lleva tesoros mágicos de mundos enteros, pero el otro viento, es una vibra que palpita en corazón de Naturaleza Madre.
    Y recogo una manzana caída de ese mismo árbol.
    Y voy mirando, estudiando sus lados.
    Que no son lados, son rasgos.
    Y presiento que de alguna manera pertenezco a su ensueño, a un rasgo somnoliento.
    Y un retoño se pinta a mis alas.
    Y pienso, vuelvo a imaginar un mundo de golondrinas que poetizan en entera y eterna libertad.
    Y no es un escenario del barroco.
    Es simplemente, la creación de un mundo imaginario.

    Pues, cuando imaginamos, creamos nuevos mundos para volar y sentirnos en una cálida libertad de amor y paz.

    Que sea al sol.

    Un beso danzante y floreado.

    Soñadora despierta, Peperina en trance vanguardista.

    Amour et paix.

    Que la paz te sea flor natural.

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  5. Que bien escribes...

    (envidia)

    :P

    Besos

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  6. Estoy en Bariloche... me conecté un toque y leí tus comentarios...

    Como que ahora estoy desconectado de todo esto y no tengo tiempo, pero cuando vuelva hablaremos bien... gracias por recomendarme la peli y por comentar...

    Te mando un abrazo


    Ren

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  7. "Y es la idea de que estamos viendo la misma luna, las mismas estrellas, le mismo cielo... la que le da un poco de paz a mi alma... Ya que de alguna forma, por mas de que estes tan lejos... Estamos juntos"

    Simplemente, me lo recordo...


    [Soy Iara]

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  8. feliz cumple aye!
    te quiero mucho
    sil

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  9. FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!!!!!!!!ESPERO QUE LA PASES DE 10. TE MANDO UN BESO ENORME, ENORME.-

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Quienes dejan brotar las palabras...