martes, agosto 26, 2008

monstruos

Comienzo otra más,
otra hoja vacía que puedo empezar a escribirte con las
miles de cosas que guardo
en el cajón de mi boca cada día
y que cierro con llave por si las dudas
(vienen a colarse)
y vos ponés candados por si las moscas
(vienen a pudrirlo todo).


Aún bajo la lengua,
las palabras se incuban suavemente
en una marea espesa, pastosa a veces.
Y también su respiradero está sellado,
sólo se alimentan del aire hediondo que entre ellas pueden darse.


No intentes abrir el cajón cuando
están todas rumiando en esos ríos,
brotarán como llamas y manos asesinas,
y no serán ya parte de mí,
sino los monstruos que se esconden bajo mi lengua.

1 comentario:

Quienes dejan brotar las palabras...