miércoles, junio 17, 2009

Subterránea

Tengo mil caminos subterráneos
escondidos bajo la piel y las venas
de cosas que escribo y no digo
que pienso y no escribo
que planeo decir,
pero que mi lengua jamás recuerda.

Son subterfugios,
sub- refugios de la palabra,
de sensaciones,
que me van construyendo
como una red inmensa
y silenciosa.

Los túneles hacen correr mi sangre
pero no le dan nombre ni color conciso.
Jamás afloran a la vista sus garabatos,
permanecen como corrientes que me impulsan,
corrientes subconcientes
que me imantan al mundo
y me despegan de él.

4 comentarios:

  1. Ay, no puedo evitar decirte que a mi me pasa lo mismo.

    Lo dijiste tan bien...

    Besos poeta ;)

    ResponderBorrar
  2. "Tengo mil caminos subterráneos escondidos bajo la piel y las venas de cosas que escribo y no digo que pienso y no escribo que planeo decir, pero que mi lengua jamás recuerda."

    El ♥
    Yo también.
    Misterio.

    Me parece bellísimo.

    Destierro un beso de allá abajo y te lo mando.

    ResponderBorrar
  3. Las huellas en los caminos de la piel desafían al tiempo y al lenguaje; para describirlas, la memoria es más fidedigna que el lenguaje. Éste transita nuestra mente, gesticula, razona; la memoria se desliza en los senderos que entrelaza el corazón.

    ResponderBorrar
  4. Bello poema sin (sub)terfugios para la meancolía.
    Un gusto haber llegado aquí.


    Saludos...

    ResponderBorrar

Quienes dejan brotar las palabras...