lunes, agosto 31, 2009

Costa este

Antes de ver partir el sol, caminó al puerto.
Barcos se movían en las aguas, amarrados a los postes.
Caían las aves en picada y oleada, y se levantaban apenas.
Abrían las alas y las movían con velocidad al ras de la superficie.
Borboteaban las bocas del muelle agua estancada.
Corrían sobre el muelle unos niños sin nombre.
Ardían sus cuerpecitos a la luz del sol que atardecía.
Bordeaba la luz toda la
Costa este.

Naranjas las costas del puerto.
Negras las aguas profundas.
Rosas y blancos los reflejos de las nubes en el agua. También celestes, de a retazos.

Una nube blanca, dos nubes rosas.
Tres niños corriendo en el muelle.
Un centenar de gaviotas.
Un millón de peces bajo el agua.

7 comentarios:

  1. Cada vez me gusta mas este poema, es belllisimo.
    Lo leo una y otra vez y en cada lectura nueva, quedo colgada en diferentes imágenes.
    La primera me engancharon los niños corriendo en el muelle, ahora "Borboteaban las bocas del muelle agua estancada"

    Me saco el sombrero Aye, genial!

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  2. Me gustan las imágenes que utilizás. Especialmente ésa de las "nubes rosas"... Hace rato que no veo nubes rosas... Me hacen acordar a ese algodón de azúcar que saborean los niños en las plazas.

    ... Hablando de "costa", me encontré nuevamente plata: esta vez 10 pesos.

    Costa... no lo entendiste?... Costa, costar, plata, ja ja ja. Suerte!

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  3. Me gusta mucho, hermosas imágenes.
    Saludos,

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  4. Como te dicen por ahi arriba es muy bonito, mme gusta especialmente los cuatro ultimos versos, muy chulo

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  5. Vuelvo a acotar (de chusma, nomás) (?)... Pensaba en las aves que les cuesta volar... Por donde soy yo, las aves se cansan por el viento, a veces se quedan detenidas en el mismo lugar, mientras aletean sin parar. Patagonia rebelde... O alas débiles, qué sé yo, ja. Lo cierto es que en el sur a veces genera impotencia ver a las aves no poder alzar el pulcro (?) vuelo.

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Quienes dejan brotar las palabras...