lunes, octubre 23, 2006

El viaje. Día 3

"Busco el lugar exacto a donde ir
forrado todo con hierba
un escenario, más lejos de aquí
para cantarte más cerca "
Quique González . No te arrepientas


Al presentarles mi diario de viaje debo aclarar que no llevamos ningún apuro. Las tensiones de la vida real son desmedidas y estamos eligiendo desenchufarnos de ellas y por esto caemos en un vacío de tiempo. Mientras nosotros recorremos con calma cada momento de nuestros días, la gente en la ciudad debe estar corriendo atrás de un reloj. Nosotros decidimos olvidar los nuestros en casa, con el fin de disfrutar sin prisa cada kilómetro recorrido, cada banal suspiro, cada canción que suene al compás del motor, cada vez que paramos al costado del camino con tal de estirar las piernas y respirar se convierte en una nueva aventura.
Por esto, un viaje que normalmente, es decir, en una circularidad del tiempo acostumbrada a lo inmediato, podría hacerse en pocas horas, a nosotros nos toma casi más de un día.

Hoy por la mañana Atalaya no tuvo mucho espacio para nosotros. Rebosaba, como siempre, de viajantes temporarios y de medialunas calientes, pero a ninguno de los dos se nos atojaba aún rodearnos del bullicio propio de un parador tan popular. Entonces compramos nuestra merecida docena y recorrimos algunos km hasta encontrar el oasis ideal: un montón de arbolitos protectores al costado de la ruta. Allí paramos y disfrutamos del mate con medialunas, que más ricas no podían estar, y luego nos dimos un rato para relajarnos con el paisaje y leer.

Las letras se dibujaban sobre un temprano atardecer y decidimos que nuestro recreo se nos había excedido. Retomamos el camino hasta llegar a algún pueblo u hostería capaz de recibirnos, a nosotros, a los viajantes sin tiempo.



5 comentarios:

  1. Y el viaje Día 2 se esfumó entre esos kilómetros recoridos, fue tanto que desapareció, como aquellas bellas cosas que nos suceden a veces y se van...

    Besos kilométricos... :P

    ResponderBorrar
  2. No tener fechas,unos dias donde puedas compartir tus sonrisas, tus mates.
    Un beso y un puñado de tierra para que siembres tus ilusiones en ese oasis...

    ResponderBorrar
  3. gracias por recordarme a Atalaya y el placer de viajar sin tiempo.
    un saludo

    ResponderBorrar
  4. No sé que pasa con mis intentos en blogger, no me deja entrar comentarios a tu página, ni postear en la mía, espero que llegue este mensajito de abrazo para vos.
    Sigamos disfrutando el viaje.

    ResponderBorrar
  5. C de cronopio:
    ¿ qué importa el número de día si lo que en verdad importa es lo vivido? El tiempo es tan subjetivo, además... lo que para vos sería el día dos para nosotros quizás fueron unas horas tristes que no merecen la pena un escrito =)

    tan solo se sucede y se va..

    besos que se pierden con la velocidad de la ruta

    Miguel:
    exactamente eso, no tener dias ni tiempo

    besos para tu oasis también

    hera:
    encantada de haberte traido lindos recuerdos a la memoria =)

    besos!

    Ana:
    qué raro ... al menos este salio!
    sigamos viajando..
    besos!

    ResponderBorrar

Quienes dejan brotar las palabras...