Le temo a la angustia,
visitante inhóspita que no esperaba
y que, sin embargo, me mira desde el umbral
de una puerta antes abierta,
anunciándome su llegada
siempre temprana y asfixiante.
Le temo, porque ya la he visto a los ojos
y la conozco demasiado.
¿Llegamos a disipar o a disminuir nuestra angustia? Lo cierto es que no podríamos suprimirla puesto que nosotros mismos somos angustia.
ResponderBorrarJean Paul Sartre
Esa vieja conocida que acecha siempre...
ResponderBorrarBesos y sensaciones
lo bueno del umbral es que es la trancisión, nunca una totalidad, a veces tiene un mayor porcentaje, a veces menos, peor nunca una otalidad; asi, mientras puedas ver la minoria, estás a salvo, el problema es cuando no la ves, o cuando pasás del umbral (o la cosa que causa miedo la pasa) y ahi agarrate catalina que vamos a galopar.
ResponderBorrartengo un "borra tinta" (licwii paiper, jaja) igual al tuyo...
ResponderBorrar