sábado, abril 17, 2010

Hielo dentro


En algún momento de mi vida el frío no me traspasaba. Era un frío superficial, en la piel, pero no llegaba más hondo. Adentro mío latía un submundo cálido y húmedo. Intocable, bajo las débiles capas de ropa. No tenía mucho abrigo, pero el frío allí jamás llegaba.
Con el tiempo no he sabido mantenerlo. El frío se apoderó de mí.
(Tengo frío en la primavera naciente. Como si hubiera perdido alguna parte de mí antes del invierno, y luego se hubiera llenado el hueco de escarcha. )

Las manos siempre estuvieron heladas, escribiendo a sangre fría cada uno de mis pensamientos en ebullición.
Adentro latían los sentimientos, revueltos con letras e imágenes, mundos.

Ahora ya no sé si es que hay algo que late.

4 comentarios:

  1. Qué sorpresa volver a leerte así. Enorme, Aye.
    (No es sorpresa la palabra,en realidad siempre sentí que había de estas palabras en vos)
    Me gusta mucho.

    ResponderBorrar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderBorrar
  3. estas palabras llegan desde ese lugar que no sabes si aún late...pero si no latiera...¿cómo podría inspirarte esto?

    ResponderBorrar
  4. es sorpresa quizás porque parece que si puedo escribir esto, debería haber algo latiendo.
    Sólo espero que sea así, que esté esperando con calma el momento de salir.
    ¡Gracias por sus comentarios,chicas!

    ResponderBorrar

Quienes dejan brotar las palabras...