jueves, mayo 27, 2010

¿A qué poesía?

(Quiero un viernes
para morir de olvido.
Un viernes
de silencio
que talle mi muerte.
Quiero un viernes
de luna clara y ancha
para anclar mi cuerpo
sin prisa alguna.)
Orietta Lozano

¿A qué poesía le cabe esta desolación?
Este batir de la nada, las palmas sin tinta, los dedos sin letras
para no escribir nada de nada, para sólo llorar la angustia de no poder
¿Qué poesía puede ser una declaración de silencios- grita grita grita la poesía que está viva-
o un ahogo de las voces mutiladas?
¿de qué forma romper las babas que me atrapan
De qué forma destejer los hilos de la cárcel
de qué forma retomar el lápiz para trazar gestos imperceptibles
para llenar de garabatos cuadernos y cuadernos
para que se llenen de humedad en los cajones, abandonados por el papel y la tinta
pero siendo reescritos mil veces más en nuevos cuadernos vivos.?

¿De qué forma beber el agua y convertirla en movimiento,
de qué forma sacudir el cuerpo dormido,
devolverle la voluntad, la fuerza, la capacidad de amar,
De llorar y de mirarse al espejo sin miedo de no verse más allí?

¿A qué poesía le cabe este despliegue de quejas inútiles?
¿Sólo a ésta, a la poesía inútil, a la poesía muda, a la que no es poesía sino un simple
descargo de inutilidades?

2 comentarios:

  1. La poesía es con frecuencia un conjunto más de preguntas que de respuestas.
    Y, sin embargo, es siempre poiesis, creación, un deseo de superación de lo efímero y caduco.
    En ese sentido nunca podrá haber poesía inútil porque siempre será un intento de dibujar, perseguir y crear belleza.
    Y tanto más, quizás, cuanto más desolada, silenciosa y liberadora de inutilidades.

    Lo tuyo es poesía. La leo y sé que no es inútil a juzgar por el rastro que deja.
    Doy fe.

    Besos.

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  2. Hola Aye, lo hiciste en el papel, veo la impotencia que logra buenas cosechas, reducir la humanidad para ampliarlaen el extremo o diatribar para vivir mejor, para limpiarse el escritor y crear un hermoso poema manchado...de tantas incertidumbres...sobre una hoja, no sobre su propía vida.

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Quienes dejan brotar las palabras...