domingo, agosto 01, 2010

fragmento XXII

La espiral me consume;
veo el fin de la pendiente
como un pajarito asfixiado en su nido.
La espiral me rompe las alas.
Desplumadas, todo se vuelve un bellísimo paisaje
de desesperación.

3 comentarios:

  1. Quizás porque la vida y el tiempo sean más espiral que ciclo, los hechos nunca se repiten totalmente sino que suponen un avance.
    Que ese avance sea subir, bajar o permanecer depende de nosotros.
    Y, sí, cuando nos hace ya imposible el vuelo, lamentablemente a veces acaba en una desesperación que, afortunadamente no deja de convertir en bellísimo el paisaje que define.

    Hermoso poema, Aye.

    Besos.

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  2. gracias por decir que las alas se pueden romper
    siempre las pensé deshechas, quebradas
    pero nunca pude verlas rotas

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  3. Ybris: la espiral parece una figura atrapante (valga la redundancia con el asunto), asi que pensaré un poco más en ella. Mientras tanto no sé si pienso en avances o retrocesos, sino más bien en remolinos de viento.

    Ezequiel: la imagen de unas alas rotas pareciera ser realmente desesperanzadora... Pero esa imagen debe hacernos salir volando!

    Gracias a ambos por sus comentarios!

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Quienes dejan brotar las palabras...